2009/11/30

Podscat de poesía latina

El profesor Chris Francese, del Dickinson College, publica con regularidad podcast de poesía latina, de gran calidad


2009/10/22

Hipatia


Ahora que Hipatia está de moda gracias a la última película de Amenábar, quizás quieras saber qué sabemos realmente sobre ella:

Una película en cinco idiomas antiguos: Trusenna

Por medio del blog "La túnica de Neso" nos enteramos de que se están filmando una película en cinco idiomas antiguos, entre ellos el etrusco y el latín, en un instituto de Madrigueras (Albacete). Puedes consultar la noticia aquí.

2009/10/20

Harmodio y Aristogitón y su relación con Bruto


Los tiranicidas Harmodio y Aristogitón ¿tienen alguna relación con Bruto y los asesinos de César?.
En este enlace puedes consultar algunos artículos de la Wikipedia:
Harmodio y Aristogitón
Marco Junio Bruto
Lucio Junio Bruto

2009/09/29

La muerte de César


Así nos describe la Wikipedia la muerte de César:

La conspiración

Los últimos acontecimientos acaecidos y, en particular, el rumor de lo que se preparaba para el 15 de marzo en el Senado, motivaron que lo que quedaba de la facción optimate y, entre ellos, Cayo Casio Longino, decidiesen pasar a la acción. Cayo Casio se dirigió a algunos hombres en los que creía poder confiar, y que a su juicio compartían su idea de dar muerte al dictador librando así a Roma del destino que él creía que le esperaba: un nuevo imperio cosmopolita, dirigido desde Alejandría.

Sin embargo, Cayo Casio Longino no era probablemente el hombre adecuado para ser la cabeza visible de este tipo de acción, y se acordó tantear a Marco Junio Bruto, considerado como el personaje indicado para este papel.

Se especula que, tras
una serie de reuniones, ambos estaban de acuerdo en que la libertad de la República estaba en juego, pero no tenían los mismos puntos de vista de cómo actuar; Marco Junio Bruto no pensaba asistir al Senado el día 15, sino que abogaba por la protesta pasiva (la abstención); pero Cayo Casio Longino le replicó que como ambos eran pretores, podían obligarlos a asistir. Entonces respondió Bruto: «En ese caso, mi deber será, no callarme, sino oponerme al proyecto de ley, y morir antes de ver expirar la libertad». Cayo Casio Longino rechazó de lleno esta solución, pues entendía que no era dándose muerte como se iba a salvar la República, y lo exhortó a la lucha, a pasar a la acción. Su elocuencia terminó por convencer a su interlocutor.

El nombre de Marco Junio Bruto atrajo varias adhesiones valiosas, no en vano se decía descendiente de aquel otro Bruto (Lucio Junio Bruto) que había dirigido la expulsión del último rey de Roma, Tarquinio el Soberbio en 509 a. C.; entre otras adhesiones a la trama, se produjo la de Décimo Junio Bruto Albino, un familiar del dictador, en qu
ien éste tenía entera confianza. En total, el número de los conjurados parece haber sido de unos sesenta, de los cuales 23 se encargaron de la ejecución material del atentado. Durante las reuniones preliminares se elaboró un plan de acción. Se decidió por unanimidad atentar contra César en pleno Senado. De este modo, se esperaba que su muerte no pareciera una emboscada, sino un acto para la salvación de la patria, y que los senadores, testigos del asesinato, inmediatamente declararían su solidaridad. Los planes de los conjurados no solamente preveían el asesinato de César, sino que además deseaban arrastrar su cadáver al Tíber, adjudicar sus bienes al Estado y anular sus disposiciones.

Hay que tener en cuenta que las motivaciones de los magnicidas eran muy heterogéneas, ya que los había movidos por un auténtico sentido de salvación de la República. A éstos se les habían unido otras personas movidas por el rencor, la envidia, o por la idea de que si César acaparaba las magistraturas, a ellos no les tocaría nunca llegar al poder.

También es de señalar que muchos de los conspiradores eran ex pompeyanos reconocidos, a los que César había perdonado la v
ida y la hacienda, incluso confiando en ellos para la administración del Estado (Casio y Bruto fueron gobernadores provinciales, nombrados por César).

El magnicidio

En los Idus de Marzo del año 44 a. C., un grupo de senadores, pertenecientes a la conspiración arriba citada, convocó a César al Foro para leerle una petición, escrita por ellos, con el fin de devolver el poder efectivo al Senado. Marco Antonio, que había tenido noticias difusas de la posibilidad del complot a través de Servilio Casca, temiendo lo peor, corrió al Foro e intentó parar a César en las escaleras, antes de que entrara a la reunión del Senado.

Pero el grupo de conspiradores interceptó a César justo al pasar al Teatro de Pompeyo, donde se reunía la curia romana, y lo condujo a una habitación anexa al pórtico este, donde le entregaron la petición. Cuando el dictador la comenzó a leer, Tulio Cimber, que se la había entregado, tiró de su túnica, provocando que César le espetara furiosamente «Ista quidem vis est?» ¿Qué clase de violencia es esta? (no debe olvidarse que César, al contar con la sacrosantidad de la tribunicia potestas, y, por ser Pontifex Maximus, era jurídicamente intocable). En ese momento, el mencionado Casca, sacando una daga, le asestó un corte en el cuello; el agredido se volvió rápidamente y, clavando su punzón de escritura en el brazo de su agresor, le dijo “¿Qué haces, Casca, villano?”, pues era sacrilegio portar armas dentro de las reuniones del Senado.

Casca, asustado, gritó en griego «ἀδελφέ, βοήθει!», («adelphe, boethei!» = ¡Socorro, hermanos!), y, en respuesta a esa petición, todos se lanzaron sobre el dictador, incluido Marco Junio Bruto. César, entonces, intentó salir del edificio para recabar ayuda, pero, cegado por la sangre, tropezó y cayó. Los conspiradores continuaron con su agresión, mientras aquél yacía indefenso en las escaleras bajas del pórtico. De acuerdo con Eutropio y Suetonio, al menos 60 senadores participaron en el magnicidio. César recibió 23 puñaladas, de las que, si creemos a Suetonio, solamente una, la segunda recibida en el tórax, fue la mortal.

Las últimas palabras de César no están establecidas realmente, y hay una polémica en torno a las mismas, siendo las más conocidas:

  • Καὶ σὺ τέκνον. Kai sy, teknon? (Griego, ‘¿tú también, hijo mío?’). Suetonio.
  • Tu quoque, Brute, filii mei! (traducción al latín de la frase anterior: ‘¡Tú también, Bruto, hijo mío!’).
  • Et tu, Brute? (Latín, ‘¿Tú también, Bruto?’, versión inmortalizada en la pieza de Shakespeare).
  • Plutarco nos cuenta que no dijo nada, sino que se cubrió la cabeza con la toga tras ver a Bruto entre sus agresores.

Tras el asesinato, los conspiradores huyeron, dejando el cadáver de César a los pies de una estatua de Pompeyo, donde quedó expuesto por un tiempo. De allí, lo recogieron tres esclavos públicos que lo llevaron a su casa en una litera, de donde Marco Antonio lo recogió y lo mostró al pueblo, que quedó conmocionado por la visión del cadáver. Poco después los soldados de la decimotercera legión, tan unida a César, trajeron antorchas para incinerar el cuerpo de su querido líder. Luego, los habitantes de Roma, con gran tumulto, echaron a esa hoguera todo lo que tenían a mano para avivar más el fuego.

La leyenda cuenta que Calpurnia Pisonis, la mujer de César, después de haber soñado con un presagio terrible, advirtió a César de que tuviera cuidado, pero César ignoró su advertencia diciendo: «Sólo se debe temer al miedo». En otras se cuenta cómo un vidente ciego le había prevenido contra los Idus de Marzo; llegado el día, César le recordó divertido en las escaleras del Senado que aún seguía vivo, a lo que el ciego respondió que los idus no habían acabado aún.

2009/05/27

Una visión del Coliseo

Desde 360cities.net podemos ver el Coliseo desde cualquier perspectiva:

Coliseum in Rome

2009/05/19

Barak Obama Cicero

Son muchas las comparaciones que se han hecho entre Obama y Cicerón. A continuación transcribimos una tomada de la web "Radiocable.com":

La habilidad del nuevo presidente de EEUU con las palabras y los discursos es una de sus características más valoradas. Especialmente teniendo en cuenta que su antecesor George W. Bush no sólo no ha destacado en este ámbito, sino que muchos consideran que ha rebajado considerablemente el nivel intelectual de la retórica política. Una crítica literaria de The Guardian que ha anilizado los discursos de Barack Obama, asegura que este actúa como “alumno aventajado” del romano Cicerón, considerado el padre de la oratonia moderna y recurre a muchas de sus técnicas.

Oratoria es el arte de hablar en público con elegancia para persuadir, convencer, educar o informar a un auditorio. Obama cuenta con un equipo de redactores de discursos, pero el jefe de este grupo, Jon Favreau ha explicado que él mismo hace buena parte del trabajo y lo supervisa todo. Y parece que la mayor fuente de inspiración del nuevo líder de EEUU está en la Antigua Grecia y la República romana. Charlotte Higgins subraya especialmente las similitudes con la oratoria y los recursos clásicos de Cicerón.

Por ejemplo, Obama ha recurrido en varias ocasiones a una de las técnicas de Cicerón: el tricolon, que consiste en el uso de series de tres elementos para destacar las tesis de su discurso. Por ejemplo el “Veni, vidi, vici” (Llegué, vi, vencí), aunque en este caso fuera de Julio Cesar. Obama lo ha utilizado de forma recurrente como en esta frase: “Esta noche, nos reunimos para afirmar la grandeza de nuestra nación, no por la altura de nuestros rascacielos, ni por el poder de nuestro ejército, ni por las dimensiones de nuestra economía…”

Higgins también explica como el actual presidente ha recurrido a la técnica de Antonomasia cuando emplea la expresión “un joven predicador de Georgia” para referirse sin nombrarle a Martin Luther King. Cicerón solía usarla para hablar de Fénix, el mentor de Aquiles en La Ilíada, al que llamaba “senior magister” (el viejo profesor). Este recurso sirve para establecer una intimidad entre el orador y el auditorio, la halagadora idea de que todos sabemos de qué estamos hablando sin que nadie tenga que explicarlo.

También le ha servido para humanizar a King y situarlo geograficamente, algo que gusta de hacer Obama. En su discurso del 4 de noviembre dijo: “Nuestra campaña… empezó en los patios traseros de Des Moines y las salas de estar de Concord y los porches de Charleston”… que es además otro tricolon.

Aunque segun la crítica de The Guardian, los recursos retóricos favoritos de Obama son la anáfora y la epífora. La primera es la repetición de una misma expresión al comienzo de cada frase: “Es la respuesta que nos dio el ensanchar los límites de nuestras escuelas… Es la respuesta de la que hablan los jóvenes y los viejos… Es la respuesta…” Y la epífora es lo mismo, pero al final de la frase: “Vivió lo suficiente para verles luchar, hablar en defensa propia y conseguir el derecho a voto. Sí, podemos.” La frase “Sí, podemos” (Yes, we can) cierra los siguientes cinco párrafos del texto.

Casi todas estas técnicas fueron usadas en su último gran discurso público. El que pronunció la noche del 4 de noviembre cuando su victoria en las elecciones se hizo oficial.

2009/05/05

Noticias en latín

Un periódico en latín
Noticias de Radio Finlandia

2009/04/28

Anécdotas sobre Julio César

Sobre Julio César se cuentan muchas anécdotas. Colabora con el departamento escribiendo un comentario con alguna. Las mejores serán incorporadas al blog

2009/04/21

Mostellaria de Plauto en latín en Sagunto

El pasado viernes día 3 de abril se representó Mostellaria de Plauto en latín. Puedes consultar toda la información en este enlace

2009/03/16

Un episodio de la Guerra Civil de César

El enfrentamiento acababa de empezar; de hecho, era todavía posible la paz:



2009/01/27

El Bellum Civile en Google Maps

En este enlace podéis ver todos los lugares en los que transcurren aquellos 3 intensos años